Cuando la comida o alimentos quedan fuera de la heladera, se llenan de microorganismos. Los microorganismos se multiplican muy rápidamente si el alimento es conservado a temperatura ambiente provocando enfermedades trasmitidas por alimentos.
Así en dos horas una comida que quedó fuera de la heladera puede contener miles de microorganismos capaces de enfermar. Por eso, si comes un alimento contaminado, te sentís mal. Los síntomas más comunes por no refrigerar correctamente son náuseas, vómitos, cólico abdominal y fiebre.
Para que los microorganismos no ingresen a tu cuerpo a través de los alimentos y te enfermen: ¡GUARDALOS EN LA HELADERA! a una temperatura menor a 5°. La baja temperatura hace que los microorganismos se adormezcan y no se multipliquen. Así también como las altas temperaturas por encima de los 65°.