El 85 por ciento de nuestro cuerpo está formado por agua. Es la principal encargada de transportar los nutrientes que ingerimos a través de todo el cuerpo. Entre sus cualidades están la de regular la temperatura corporal y ayudar a la absorción de vitaminas, minerales y aminoácidos.
Hay muchas formas de incorporarla al organismo, ya que no sólo están presentes en las bebidas, sino también en distintos alimentos, como hortalizas, frutas, y leche.
Lo ideal es beber 1.5 a 2 litros (6 a 8 vasos) diarios para mantener el balance de agua que el cuerpo necesita.
A pesar de que el agua es uno de los componentes fundamentales de nuestro cuerpo, no podemos reservarla por largos períodos, ya que constantemente se pierde en forma de desechos (orina y de transpiración). Es fundamental reemplazar los líquidos que perdemos, y sólo podemos aumentar los niveles consumidos disfrutando del agua cada día.
La principal señal que nos da el cuerpo para avisarnos que los depósitos de agua son bajos es la sed. Así nos alerta de que debemos consumir más cantidad de agua. Si decide ignorar esta sensación, el cuerpo comienza a deshidratarse. Los síntomas de deshidratación se expresan como debilidad muscular y cansancio. Cuando la deshidratación es prolongada, puede causar cansancio extremo, dolor de cabeza y fallas orgánicas, entre otras cosas. Una buena recomendación para mantenernos hidratados y saludables es crearse el hábito de tomar agua varias veces al día.
7 BUENAS RAZONES PARA TOMAR AGUA
El agua ayuda a remover toxinas del organismo
Traslada los nutrientes por todo el cuerpo
Regula la temperatura corporal
Hidrata la piel mejorando su aspecto
Protege el cuerpo de posibles lesiones
Lubrica ojos y articulaciones
Ayuda a controlar el apetito porque aumenta la sensación de saciedad.