– Comer con moderación e incluir alimentos variados en cada comida. Realice las cuatro comidas diarias (desayuno, almuerzo, merienda y cena) y evite saltearlas.
– Consumir todos los días leche, yogures o quesos descremados.
– Comer diariamente frutas y verduras de todo tipo y color. Trate de incorporarlas una vez en el día crudas. Se recomienda comer 2 frutas diarias.
– Comer carnes rojas y blancas (pollo y pescado), retirando la grasa visible. Disminuir el consumo de fiambres y embutidos.
– Consumir variedad de panes y cereales integrales. Modere el consumo de facturas, masitas, tortas, galletitas dulces y otros.
– Disminuir el consumo de azúcar y sal. Es recomendable evitar golosinas y bebidas dulces artificiales (jugos, gaseosas), reemplazarlas por agua o bebidas sin azúcar.
– Disminuir el consumo de bebida alcohólicas y evitarlo en los niños, adolescentes, embarazadas y madres lactantes.
– Prepare las comidas con aceite crudo y evite las grasas para cocinar.